El pueblo Garífuna —también conocido como Garínagu—, tocó tierra centroamericana hace más de 200 años. Sentó a su población en Guatemala, Belice, Honduras y Nicaragua, trayendo consigo música, cultura, gastronomía e idiomas nuevos. Todo esto, en un momento importante de la historia guatemalteca y su separación de la corona española. Con una historia fascinante, que comenzó frente a las costas tropicales de la isla caribeña de San Vicente en 1635, el pueblo garífuna ha mantenido increíblemente sus interesantes tradiciones culturales, herencia de sus ancestros de África Occidental y de nativos americanos caribes-arahuacos. Todavía comparten mucho con los indígenas de la selva amazónica: bailes en círculo, prácticas religiosas y creencias, la importancia de la pesca y la yuca como base de la alimentación, etc.; sus antepasados africanos también dejaron una huella profunda: el baile de "la punta", muchos cuentos, estilos de toque de tambor, cultivo del plátano, sacrificios de g
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